Adrián Ríos, Unilaser medica
Las dos más frecuentes son: cicatrices y persistencia de las lesiones. Las cicatrices pueden ser atróficas o hipertróficas. Por lo general las atróficas son tempranas y se nivelan de forma espontánea; una vez el eritema del lecho de la herida resuelve. La persistencia del desnivel llevará a realizar un retoque en los bordes.
Las cicatrices hipertróficas ocurren por lo general en personas con predisposición, en algunas zonas más que en otras y cuando la disección del lunar es un poco más extensa o profunda. En todas las condiciones anteriores se presentan casos y su coincidencia aumenta las posibilidades de que aparezcan. Se tratan en forma temprana una vez persista el eritema de la zona intervenida un poco más del mes, se sienta dura la zona de cicatrización o cause síntomas como prurito, principalmente.
Las persistencias son a menudo parciales , en el centro de la lesión original dependiendo la técnica empleada para su extirpación. Se tratan con retoques puntuales en las zonas en donde persistan las lesiones.